Un nuevo concepto ha aparecido en el mapa de la gestión del capital humano y las estrategias de  employer  branding. El especialista Jacob Morgan desarrolla en su más reciente libro, “La ventaja  de la experiencia del empleado”, el concepto de la experiencia como factor clave para ganar la guerra por el talento.



El autor asegura que trabajar en la experiencia de los colaboradores tiene que ver con darle a los empleados  los espacios de trabajo que quieren, las herramientas que necesitan  y una cultura que pueden celebrar. Cuestiones no menores a la hora de construir una marca empleadora atractiva. Aquí van algunas claves sobre este innovador concepto que propone Morgan:



Todo siglo tiene sus futuristas. Toda época que comienza tiene sus propios visionarios. En el siglo  pasado fueron los poetas rusos e italianos los que se proclamaron futuristas, postulando el lugar central de lo mecánico, la velocidad y la fugacidad de la experiencia moderna. Entonces, ahí donde los poetas y filósofos veían el futuro del hombre y la sociedad en su conjunto, Jacob Morgan busca comprender el futuro de la evolución del trabajo, a través del concepto de la experiencia del empleado en un mundo ciertamente más veloz y con mayor  incidencia  de la tecnología en todas las áreas de la vida. Un mundo, finalmente, en el que el trabajo empieza a redefinirse más según la perspectiva del empleado y ya no tanto según la perspectiva del empleador.



El futuro según Morgan. Su hipótesis establece nada más y nada menos que hoy en día  asistimos a un cambio de paradigma total, en el cual la experiencia que los empleados tienen en la compañía es fundamental y no accesoria. Mientras que en el pasado el empleador era la  pieza  clave que definía el mundo del trabajo, las nuevas tendencias comienzan a mostrar que el protagonismo está cambiando de manos. En la medida en que los trabajadores se posicionan  cada vez más en un lugar en el que eligen dónde quieren trabajar, su influencia en el entorno crece.



¿De qué se nutre la experiencia del empleado?: Según Morgan, la experiencia del empleado se moldea  a partir del instante mismo en que se postula a un puesto en la empresa y finaliza en el  momento  en que el empleado, sin importar la causa, deja la compañía. Dentro de esa experiencia acotada, los términos con los cuales se compone la “ecuación” de la experiencia son: la cultura  organizacional, su tecnología y su espacio físico. Desde las oficinas horizontales y abiertas del nuevo siglo  a las organizaciones con culturas innovadoras, el espectro de la experiencia del empleado abarca las  principales tendencias que se observan hoy en el mundo laboral. Y no las abarca solamente, sino que  también las determina.



¿Por qué la experiencia del empleado es clave para el employer branding? En un mundo en el que  se impone una creciente competencia por el talento, las empresas tienen un doble desafío a la hora de asegurar el capital humano clave para crecer. Por un lado tienen que lograr ser lo suficientemente atractivas para hacer que los mejores talentos quieran sumarse a su staff antes que al de su competencia o inclinarse por opciones en las que el trabajo se adapta a sus propias exigencias y no a las  de su empleador, como convertirse en exitosos freelancers o iniciar sus propios proyectos independientes. Por otro lado, una vez que efectivamente el talento forma parte de la organización, ¿cómo evitar que una propuesta laboral lo aleje? Morgan responde: mejorando la experiencia del empleado  en la propia organización. Es decir, mejorando los factores que hacen de una empresa la mejor empleadora. En ese sentido, en la medida en que la marca empleadora se conforma tanto de los hechos concretos que se viven en una empresa como de intangibles que moldean la propia percepción  de los empleados sobre ella, el concepto de “experiencia del empleado” se perfila como un camino interesante  para explorar cuáles son los elementos que, vistos desde la perspectiva del empleado, construyen esa percepción, de modo de poder actuar sobre ellos para asegurar una experiencia positiva y satisfactoria.



Así, y solo así, las organizaciones serán capaces de retener a sus empleados en el futuro planteado por Morgan, convenciéndolos de que la empresa todavía tiene mucho para ofrecerles en términos de experiencias  significativas.