Es el destino, falta muy poco para que los Baby Boomers, esa generación que experimentó la Beatlemanía y la guerra de Vietnam, se retiren para siempre de las oficinas. En su lugar quedarán los miembros de la compleja generación X, marcados por las transformaciones vertiginosas del capitalismo, entre ellas, la incipiente evolución tecnológica.

Pero los Xs verán otra fuerza ascender y representar la mayor parte de la fuerza laboral. En efecto, los Millennials y los jóvenes Centennials o Z serán mayoría en la oficina del futuro cercano. Los primeros ocuparán los roles de liderazgo, los segundos ingresarán de a poco con sus valores distintivos y un “superpoder” que los hace únicos: son nativos digitales.

Una encuesta realizada por Randstad y The Future Workplace a miles de Zs y Millennials en 10 países ha confirmado y derribado algunos mitos con respecto a lo que esperan los jóvenes en su trabajo. Del estudio surgen conclusiones que resultan de gran utilidad para atraer a Millennials y Centenniasl, mejorando algunos factores clave.

1. Liderazgo basado en la comunicación:

lo que más demandan las nuevas generaciones en un líder es que se comunique con ellos. El mito de los adolescentes aislados y sumergidos en las redes sociales y la tecnología es erróneo, por el contrario, la mayoría de ellos prefiere la comunicación cara a cara. Por lo tanto, potenciar las instancias personales por encima de las virtuales puede ayudar a las organizaciones a atraer talento joven.

2. Convivir con las contradicciones que impone la tecnología:

las redes sociales son un tema complejo en la oficina. Si bien constituyen una parte fundamental de la vida cotidiana, también pueden atentar contra varios frentes del espacio laboral como la seguridad de la información, la concentración y los canales formales de comunicación. Los jóvenes experimentan esta contradicción a diario, quieren utilizar las redes sociales en el trabajo, pero admiten que son su mayor distracción. Lo mismo sucede con los emails y los mensajes. Las empresas que quieran atraer a estas generaciones tendrán que lidiar con esta paradoja e implementar tecnología sin resignar productividad.

3. Entorno de trabajo colaborativo:

muchos consideran que los jóvenes no quieren trabajar en una oficina, lo que es incorrecto. Tanto millennials como centennials prefieren contar con un lugar de trabajo antes que un espacio de co-working o de trabajo remoto. La condición primordial para cualquier espacio de trabajo es la colaboración: sea en un café, en una oficina o en un espacio distinto, tiene que haber contacto y trabajo en conjunto. La solución ideal, entonces, es una oficina colaborativa, amplia, con espacios para favorecer esa mezcla de dispersión y creatividad que los jóvenes necesitan para explotar su productividad.

4. Identificar y reducir los motivos de ansiedad de las nuevas generaciones.

Evaluar qué factores reducen la productividad de los millennials es clave, dado que comienzan a ocupar puestos de decisión y a lidiar con mayores responsabilidades. Si bien el dinero y el estrés son dos de estos factores, pero el tercero es más curioso y puede resultar iluminador: los millennials parecen tener reparos con respecto a la política corporativa, es decir, el eterno juego de la influencia y el leverage de los niveles superiores de cualquier organización. Soluciones hay muchas, por ejemplo, ofrecer cursos de liderazgo, de manejo del estrés u oratoria. Proponer estructuras formativas que desarrollen los skills que un manager debe tener para lidiar con la presión y la política.

Hay muchas variantes para potenciar la atracción de Millennials y Centennials. Y si bien existen diferencias entre una y otra generación, existe una variable clave para atraer a ambos: los formatos y ámbitos de trabajo donde reina la flexibilidad.

¿Tu empresa está lista para atraer al talento joven?