2016 fue el año en que la tecnología empezó a ganar incidencia y a generar mayor preocupación en el mundo del trabajo. La aparición del Big Data en diversos sectores productivos marcó la relevancia que está tomando esta herramienta y su enorme potencial. La robótica y la inteligencia artificial, por su parte, siguieron consolidando su avance y con él se fue acrecentando el miedo a que las maquinas reemplacen a la fuerza laboral “humana” en el futuro cercano.

¿Cómo enfrentarán y aprovecharán estas tendencias las áreas de recursos humanos en 2017?

La ciencia de las personas
Según Andrew Chamberlain, economista del portal Glassdoor, la tecnología de Big Data aplicada en los recursos humanos dará comienzo a una transformación paulatina: de los recursos humanos a la ciencia de las personas.

La irrupción definitiva de la ciencia de datos y los métodos analíticos para aprovechar información significativa y accionable, son algunas de las marcas indelebles del 2016. Mientras que los especialistas tech irrumpieron en todos los sectores de la producción, desde los bancos hasta la industria de la salud, todavía hay mucho terreno para cubrir en lo que respecta a la inclusión de este tipo de perfiles en las áreas de recursos humanos. Muchas otras industrias y sectores han avanzado en este sentido, utilizando el análisis de datos masivos para establecer, por ejemplo, estrategias de marketing basadas en conductas mensurables registradas en datos transaccionales. Todo indica que en 2017 finalmente le llegará el momento a recursos humanos. Las organizaciones tendrán que hacerse a la idea de que la unión entre el Big Data y recursos humanos es una realidad y que cuanto más se demoren en establecer equipos y programas destinados a subirse a esta tendencia, la competencia estará tomando la iniciativa. ¿Qué usos y aplicaciones tiene esta tecnología? Desde detectar cuando una persona está abierta a un cambio de trabajo, aún antes que esa persona tome conciencia de ello, hasta localizar y atraer a los mejores candidatos del mercado laboral, pasando por conocer las capacidades de liderazgo y predecir el potencial real de desarrollo de los colaboradores, entre muchos otros. El relativo bajo costo de implementación de algunas de estas estrategias debería ser un incentivo fuerte para aplicarlas en el corto plazo.

¿Qué hacer con las máquinas?
2016 marcó el avance de la tecnología sobre el mundo del trabajo. Es la cuarta revolución industrial y muchos especialistas piensan que la robótica y la inteligencia artificial podrían cambiar por completo el paradigma del trabajo.  Muchos otros opinan que la tecnología jamás podrá desplazar al hombre de su trabajo definitivamente, por más mecánica y repetitiva que sea su tarea diaria.

Lo cierto es que en adelante veremos muchos otros cambios en la relación tecnología y trabajo y los líderes de las áreas de recursos humanos deberán estar atentos a estas transformaciones. Los trabajadores en posiciones operativas no son los únicos que competirán con las máquinas por sus puestos de trabajo, ya que en muchos casos los trabajadores en sectores administrativos, e incluso gerenciales, también verán como la inteligencia artificial avanza en la realización de tareas vinculadas a las funciones centrales de sus posiciones. Analistas financieros, actuarios, agentes de seguros, traductores y muchos otros profesionales con educación universitaria verán que poco a poco los bots, aplicaciones y programas aprenden todos los secretos de sus disciplinas.

Lo que viene en el corto plazo depara aún más cambios y desafíos para los profesionales de recursos humanos. El mundo cambia rápidamente y, como podemos ver, la tecnología proporciona enormes ventajas en velocidad, efectividad y calidad. Los departamentos de recursos humanos o la “ciencia de las personas” del futuro, deberán trabajar para que estas ventajas vengan con la menor cantidad posible de efectos adversos.