Por Jorge Figueroa, Director de Public Affairs y Sostenibilidad de Randstad 

Si bien hay un creciente interés, aún los reportes de sostenibilidad no se utilizan en todo su potencial. Por un lado, incide la falta de transversalidad del área de sostenibilidad en las compañías y, por otro, la valoración tanto interna como externa de las ventajas que otorga. Es decir, la importancia de los indicadores y su impacto aún no toma la relevancia necesaria para para la toma de decisión en el momento de elegir una compañía. 

El reporte es una foto que vuelve tangibles, objetivamente, tanto aspectos sociales como capital humano, crecimiento económico y desempeño ambiental, como preferencias de compras y atractivo como marca empleadora. Esto hace que se visualicen los impactos en el entorno de operación que generan las acciones, para llevar adelante una gestión de sostenibilidad. 

Con foco en la construcción del mundo del trabajo, en Randstad trabajamos para integrar al proceso de reporte a todos nuestros grupos de interés a través de un sistema de consultas y testimonios. También sabemos que podemos hacer más en comunicación para afianzar el interés en la temática y que todos nuestros stakeholders estén al corriente de nuestras acciones de sostenibilidad. 

Para hacer posible un mundo más justo, equitativo, inclusivo y sustentable, es necesario que cada uno de nosotros, en forma personal o como parte de una organización, reconozca sus activos y pasivos y sus impactos en las tres dimensiones: social, económica y ambiental. 

Respecto del avance en cuanto a acuerdos internacionales sobre cambio climático, el Acuerdo de París entró en vigencia el pasado 4 de noviembre, en tiempo récord si se compara con los siete años que llevó el Protocolo de Kioto. El acuerdo sobre el clima fue ratificado ya por todos los grandes países emisores y otras naciones que suman casi 90% de los gases mundiales. El reciente anuncio de EE.UU. en contra de ratificar el acuerdo no provocó fisuras sino un cierre de filas de los otros emisores en defensa del acuerdo. 

El pronunciamiento global en favor de una economía baja en carbono no tiene vuelta atrás. Confío en que la comunidad internacional logrará articular un balance de poder que arrastre al mayor emisor de gases de efecto invernadero hacia el camino de la sostenibilidad. Simplemente, porque los efectos se tornan irreversibles y estamos en tiempo de descuento.

Fuente: Columna de Opinión publicada en la edición de abril de 2017 de la revista Mercado