El 21 de abril la ceremonia del Randstad Award 2016 en el Faena Art Center presento el podio de las empresas más atractivas para trabajar en Argentina. La empresa automotriz Toyota obtuvo el segundo puesto. ¿Cuáles fueron los factores que influyeron en este reconocimiento? Veamos algunas claves de su éxito en la voz de Diego Prado, Director de Recursos Humanos de Toyota Argentina.

Toyota, una cultura única. Diego Prado sostiene que “Nosotros entendemos que el factor crítico de éxito de Toyota no está asociado y determinado ni por sus productos, ni por la tecnología, ni por la capacidad productiva, ni por los recursos económicos, ni por la escala. Esas son todas cosas que se pueden lograr, se pueden comprar. Lo que creemos es que el factor crítico de éxito y verdaderamente diferenciador de una empresa como Toyota es la cultura organizacional”. Una cultura que no puede copiarse porque “Toyota es una empresa muy generosa en cuanto a compartir know-how técnico, respecto de miles de temas, de cómo se producen los autos, de distintas herramientas de gestión… Pero lo hacemos porque sabemos que lo que nunca van a poder copiar es lo que define nuestra cultura, que son  aquellos principios o valores que guían la conducta de las 360.000 personas que trabajamos en Toyota a lo largo del mundo, Esa forma particular de relacionarnos con todos nuestros stakeholders, ya sea si se trata de proveedores, clientes, accionistas o empleados, hacen de Toyota una empresa única y que tenga una propuesta de valor única que es la que tratamos de transmitir”.

La percepción es realidad. Cuando hablamos de la fortaleza de una marca atractiva, una de las razones fundamentales del éxito de Toyota como una de las compañías donde los argentinos quieren trabajar, tiene que ver con la coherencia entre la expectativa y la promesa  que genera la percepción y la realidad diaria que se vive puertas adentro de la empresa. “Nosotros tratamos en Toyota de ser muy consistentes entre lo que decimos y lo que hacemos, todos los días. Nuestra principal acción de marketing, es lo que siempre decimos, no tiene tanto que ver con lo que nosotros anunciamos o decimos, sino que hablamos a través de nuestros stakeholders. Lo hacemos a través de nuestros clientes, de nuestros proveedores, de nuestros propios empleados, de las comunidades donde desarrollamos nuestras operaciones. Son nuestros principales canales de comunicación de nuestra propuesta de valor”, refiere Prado. En ese sentido, Toyota es lo que hace, y hace lo que dice. Y los potenciales candidatos la han puesto en el podio por eso.

Dos principios fundamentales. El “Kaizen” y el respeto son los dos pilares sobre los cuales se construye la cultura de Toyota. Proveniente del japonés, “kaizen” implica un cambio para mejor, y es un eje que atraviesa a toda la organización, desde su CEO global a sus operarios en todo el mundo. Denominado también “toyotismo”, esta filosofía y modelo de negocios implica que en caso de una anormalidad en un proceso, cualquier miembro de la cadena debe frenar la producción y lograr la mejora necesaria para resolver el problema. El respeto, por otra parte, es la base sobre la cual, según lo explica Prado, Toyota busca establecer vínculos de confianza con los stakeholders, en los cuales el principal driver debe ser el espíritu de cooperación.

Clientes y empleados como embajadores. “Cuando un cliente va a un concesionario de Toyota y recibe una buena atención de posventa, está hablando acerca de la propuesta de valor que tiene Toyota. Cuando un empleado va a un asado y referencia y cuenta lo que vive trabajando en Toyota es la mejor forma de comunicar nuestra propuesta de valor”, dice Prado. Los clientes, los empleados, los proveedores y el resto de los stakeholders son, en este caso, los mejores embajadores de la marca empleadora. Y dan cuenta de ello hacia el interior y el exterior de la empresa comunicando la experiencia de ser parte de ella.

Un sector atractivo y amplio como pocos. “Es una industria que es muy rica, desde muchos puntos de vista. Porque es una industria y un negocio sumamente dinámico, en el sentido de que estás constantemente buscando el desarrollo de nuevos productos y servicios, y a su vez es una industria que está muy orientada al largo plazo. Uno entra a una fábrica automotriz y hay muchísima tecnología, con los últimos robots, pero a su vez son empresas con mano de obra muy intensiva, donde siempre vas a poder encontrar oportunidades de desarrollo para todas las personas. Necesitamos en la industria automotriz las habilidades y las capacidades de todo el mundo. Tenemos puestos para personas analíticas, para personas operativas, para personas creativas, para personas controladoras”, sintetiza Prado para describir las particularidades de la industria que además de dinámica y diversa, fabrica automóviles, una de las grandes pasiones de los argentinos.

Estas son sólo algunas de las claves que llevaron a Toyota al podio de los Randstad Award en Argentina una vez más.

Bravo por ellos!