En algún momento de la historia, el trabajador del campo cambió el arado por el tractor. Los operarios de la máquina de vapor debieron luego conocer el manejo del motor de combustión interna. Los escritores manejaron la pluma y la tinta, la máquina de escribir y luego la computadora. Sin ir más lejos, el Mundial de Sudáfrica de 2010 dejó una anecdótica transformación: los jugadores debieron acostumbrarse  a dominar una nueva pelota notoriamente más liviana y difícil de controlar.

Esto demuestra que toda transformación de las herramientas con las que trabajamos conlleva necesariamente una adaptación de nuestras capacidades, un reaprendizaje que  calibre  lo que ya conocemos, de modo que las habilidades de las personas evolucionen.

El Foro Económico Mundial (WEF) llamó la atención sobre esta tendencia en el marco de los enormes cambios que experimenta el mundo del trabajo. El futuro traerá un escenario en el cual el 35% de las habilidades que hoy son consideradas importantes habrán cambiado. Si bien hay aún más preguntas que respuestas, está claro que el trabajo del futuro requerirá de las personas un nuevo set de skills que deberemos desarrollar. En este escenario, estas claves arrojan algo de luz sobre el fenómeno:

La creatividad, patrimonio del humano:

Hoy en día, las computadoras y la tecnología pueden realizar grandes cosas. Pero la creatividad sigue siendo exclusiva de los humanos, y será una de las habilidades más requeridas en el futuro cercano. McGyver, el héroe de la televisión de los años 80, con solo unos pocos elementos, era capaz de salir de los aprietos de la forma más inverosímil. Un cortaplumas era todo lo que necesitaba para escapar de la muerte. McGyver era un ejemplo perfecto de la creatividad aplicada a la resolución de problemas complejos, la habilidad más  importante para las organizaciones del futuro.

Skills técnicas bajan, skills humanas suben:

Hay tres habilidades orientadas a la técnica y a la obtención de resultados que perderán su lugar preponderante. La capacidad de negociación, el control de calidad y la orientación de servicio tendrán menos importancia, ya que la tecnología comenzará a tomar más decisiones por nosotros. Paradójicamente, la habilidad de tomar decisiones sube en consideración ¿Por qué? Simplemente, porque las máquinas están más preparadas para brindar rápidamente información, datos y escenarios para que las personas bajen o suban el  pulgar, que para tomar decisiones en forma autónoma.

Comunicación, inteligencia emocional y gestión de personas:

Tres skills imprescindibles para el futuro. Son la muestra del cambio de paradigma en el cual las personas deberán desarrollar su capacidad de comunicación, su flexibilidad para interactuar en equipos diversos y su manejo emocional en situaciones complejas.

Tiene lógica: si las máquinas comienzan a realizar los trabajos automatizables y mecánicos, se libera el espacio para que las personas se desarrollen en las capacidades que requieren habilidades para interactuar con sus pares.

El futuro, entonces, no solo traerá movimientos para los colaboradores de todas las organizaciones. También traerá cambios rotundos en nuestras habilidades básicas y profesionales.

Lo que sucede dentro de las empresas es lo mismo que sucede fuera de ellas: la tecnología avanza, pero la creatividad, la comunicación y las decisiones siguen siendo patrimonio de los humanos.