No es ningún secreto que estamos viviendo tiempos de incertidumbre. Cada día parece traer una nueva ola de cambios e imprevisibilidad, y para los líderes en finanzas, la presión por navegar estos vientos en contra es enorme.
En momentos como estos, es natural buscar orientación. Para mí, eso siempre ha sido un conjunto de principios claros y orientadores. Hoy, me siento honrado de compartir algunos de estos principios con ustedes, no como un conjunto rígido de reglas, sino como un marco para pensar nuestro rol colectivo. Porque si queremos construir organizaciones sosteniblemente exitosas, debemos aceptar una nueva realidad. Tenemos que dominar dos cosas a la vez: necesitamos estar rindiendo y transformándonos, todo el tiempo. Los días en los que podíamos enfocarnos en una u otra ya quedaron atrás.
Este nuevo mandato para el liderazgo se basa en tres pilares fundamentales.
pilar 1: el mandato de la dualidad — dominar el rendimiento Y la transformación.
Durante años, el rendimiento y la transformación se vieron como procesos secuenciales. Primero, rendías durante unos años, y después enfocabas tus esfuerzos en transformar. Creo que ese modelo ya quedó obsoleto. Hoy en día, los dos están intrínsecamente ligados en un ciclo continuo. Tener un buen desempeño te asegura contar con los recursos y la estabilidad para transformar, y hacerlo de manera efectiva garantiza que seguirás rindiendo en el futuro. Es una habilidad que todo líder y organización moderna debe dominar.
Como líderes financieros, estamos en el centro de esta dinámica. Somos los encargados de la asignación de recursos. Esto nos otorga una responsabilidad profunda — y requiere coraje. Significa que debemos revisar activamente hacia dónde van nuestros recursos. Tenemos que estar dispuestos a tener conversaciones difíciles, a decir: "Para seguir construyendo el futuro de manera continua, quizás necesitemos reducir nuestro enfoque en un lado para reinvertirlo en el otro". Este enfoque activo y valiente en la asignación de recursos es absolutamente fundamental para gestionar con éxito la dualidad entre rendimiento y transformación.
pilar 2: el mandato humano — liderar con empatía y transparencia.
Si el mandato de dualidad es el ‘qué’, entonces este pilar es el ‘cómo’. Seamos honestos, la incertidumbre no es fácil para nadie. Como líderes, lo más poderoso que podemos hacer es ser humanos. Eso implica ser transparentes y claros con la gente, reconocer que son tiempos difíciles y hay que ser abiertos respecto a las decisiones que estamos tomando, reconocer qué está bien y qué no, sobre la necesidad de mejorar continuamente, y ser honestos acerca de nuestras vulnerabilidades, limitaciones y compromiso genuino de aprender y crecer juntos.
Esto se extiende a la forma en que nos comunicamos. Siempre pensé que es un poco un mito que los profesionales de finanzas no sean buenos comunicadores. Tenemos un montón de conocimientos; la clave está en cómo los compartimos. Mi forma personal de hacerlo es simplificar siempre. Antes de cualquier reunión importante o anuncio, me pregunto: ¿cuáles serían los dos mensajes clave que necesito transmitir?
Al centrarme en esos mensajes clave, intento transmitirlos con claridad y luego aprovechar el resto del tiempo para reforzarlos con empatía. Esto abre la puerta al diálogo y te permite entender cómo se está recibiendo el mensaje. En tiempos de cambio, esta combinación de transparencia y empatía es la estrella guía que orienta a una organización hacia adelante.
pilar 3: El mandato a prueba de futuro — fomentar la curiosidad y ‘productivizar’ las finanzas.
De cara al futuro, nuestro éxito estará definido por nuestra mentalidad. Aunque la experiencia técnica siempre tendrá su lugar, las habilidades realmente imprescindibles para los líderes financieros del mañana son profundamente humanas.
La primera es la curiosidad. Tenemos que ser curiosos acerca de las herramientas que están transformando nuestro mundo, como la inteligencia artificial, pero lo más importante es que debemos tener curiosidad por las necesidades de nuestros stakeholders: nuestro talento, nuestros clientes y nuestros colegas. Esta curiosidad se alimenta con la segunda habilidad esencial: la escucha activa. Para realmente servir al negocio, primero hay que escuchar para entender.
Esta mentalidad es la que nos permitirá aprovechar la oportunidad más emocionante que tenemos por delante: la chance de reinventar por completo nuestra función. Creo que estamos avanzando hacia convertirnos en copilotos estratégicos del negocio. Para lograrlo, necesitamos 'productizar' las finanzas. ¿Qué quiero decir con eso? Debemos dejar de pensar en nosotros como un servicio de back-office necesario o en operaciones de mid-office. En cambio, podemos diseñar nuestros procesos como productos escalables y medibles, que estén integrados de manera fluida en el talento y el recorrido del cliente, y que puedan ser mejorados continuamente y combinados de distintas formas.
Nuestro producto financiero, en última instancia, debe maximizar el poder de Randstad, asegurando que el conjunto sea mayor que la suma de sus partes. Tiene que facilitar la experiencia para nuestros clientes a la escala que buscamos alcanzar, creando un 'producto' financiero que sea tan efectivo y fácil de usar que nuestros clientes no solo queden satisfechos, sino que además estén ansiosos por aprovecharlo. De esta manera, nos transformamos de una función financiera tradicional a un habilitador estratégico que aporta un valor tangible en cada aspecto de nuestro ecosistema de negocios.
nuestra oportunidad de liderar.
De cara al futuro, estoy increíblemente entusiasmado con lo que se viene en el mundo de las finanzas en nuestra industria. Me siento realmente afortunado de formar parte de un sector donde podés encontrar tu propósito en el propósito de tu empresa. Es un privilegio sentir esa conexión, y sé por mis viajes que es una energía que nos une a todos.
Ahora, con el poder de la innovación digital al alcance de nuestras manos, tenemos la oportunidad de transformar nuestros servicios y crear experiencias más relevantes y especializadas para las personas a las que atendemos. Honestamente, no se me ocurren muchas industrias que todavía tengan esta oportunidad increíble de transformarse, y la nuestra sí. Por eso, estoy simplemente agradecido, y eso me inspira a seguir adelante.
Gracias por acompañarme en este camino.