La pandemia obligó a una gran parte de los trabajadores de todo el mundo a trabajar de manera remota, cuando éste era antes un formato muy poco desarrollado.

Sin embargo, a medida que avanzan los esquemas de vacunación en todo el mundo, las empresas están comenzando a implementar distintos esquemas de regreso a la oficina, considerando formatos híbridos, no solo para la vuelta y el corto plazo, sino para establecer en forma permanente más allá de la crisis sanitaria.

Si bien hoy no hay consenso sobre cuál será el formato de trabajo ideal después de la pandemia, las miradas están puestas en Silicon Valley y Wall Street y los grandes empleadores en Estados Unidos, por ser referentes de las tendencias y las innovaciones en materia laboral. Así, compañías como Twitter, que permiten a sus empleados trabajar de forma remota de manera permanente, si así lo desean marcan una tendencia, mientras que otros están optando por un modelo híbrido, como es el caso de Amazon, que pedirá a sus empleados trabajar en la oficina durante al menos tres días a la semana, dando flexibilidad para el resto de la semana. También hay empresas como JP Morgan Chase, que planean volver a una operación completamente presencial en la oficina tan pronto como sea seguro hacerlo.

En este contexto, el formato de trabajo puede tener un impacto directo en el desempeño, y es por eso que lo ideal es lograr un arreglo en el que se encuentren el deseo de los trabajadores y las necesidades y expectativas de los empleadores.

De cara a definir tu propia elección, te presentamos aquí seis factores que debés tener en cuenta a la hora de elegir tu formato de trabajo ideal entre remoto, presencial o híbrido:

1. Exigencias propias del trabajo

La pandemia obligó a muchas empresas a repensar qué trabajos requieren de la presencialidad como condición sine qua non. Y si bien eso ha creado más oportunidades para roles remotos, algunos trabajos son simplemente imposibles de realizar a la distancia. También hay trabajos en los que se pueden realizar algunas tareas de forma remota, pero otras necesitan que estemos físicamente presentes. Entonces, las opciones van a depender en principio del tipo de trabajo que realicemos.

2. Cuidado de la salud física y emocional

En un contexto de crisis sanitaria tenés que seguir atento al cuidado de tu salud tanto si vas a regresar a la oficina a tiempo completo o en un formato híbrido o con un esquema totalmente remoto. Completar el esquema de vacunación; asegurar que el sistema de ventilación del edificio asegure la circulación cruzada de aire; la implementación de protocolos de distanciamiento físico y la frecuencia de limpieza y desinfección de los espacios comunes son sólo algunos de los factores relevantes que condicionan el regreso a la oficina.

3. Estilo preferido de comunicación

Por otra parte, para prosperar en cualquier ambiente laboral es necesario poder comunicarse eficientemente con jefes, colegas y clientes. Entonces, resulta importante pensar cuál es nuestro estilo de comunicación predilecto; si preferimos las reuniones en persona y las charlas informales de pasillo; si nos sentimos cómodos con la comunicación a través de plataformas digitales; o si nos podemos adaptar con facilidad a ambos modos de comunicación indistintamente.

4. Personalidad

Tus rasgos de personalidad también son factores relevantes a la hora de evaluar qué tipo de formato laboral es el que más te conviene. Te recomendamos comparar tus niveles de energía trabajando en casa y en la oficina. Probablemente, las personas extrovertidas se sientan más a gusto cerca de otras personas y las introvertidas prefieran trabajar en casa, sin el desgaste que supone la interacción cara a cara con los compañeros de oficina. Por supuesto, no todos los introvertidos se adaptan mejor al trabajo remoto, ni todos los extrovertidos al trabajo en la oficina. El mismo ejercicio también es muy útil para evaluar tu grado de concentración alcanzado en casa o en el espacio de trabajo. Con todos estos tips, te resultará fácil identificar en qué lugar estás más cómodo y podés ser más productivo.

5. Establecer prioridades

Para elegir el formato de trabajo ideal, las personas no deben basar su decisión únicamente en las perspectivas de avance profesional. A largo plazo, los arreglos más satisfactorios tienen en cuenta nuestras prioridades personales -como estilo de vida y el bienestar emocional -, así como también los objetivos profesionales. Por supuesto, los objetivos profesionales pueden cambiar en cualquier momento, y lo que funcionaba hoy puede que no funcione dentro de un año. Por eso, es recomendable consultar a tu empleador sobre la flexibilidad que existe en torno al trabajo remoto frente al trabajo en la oficina y al modo de trabajo híbrido. Lo ideal, sería preguntarle a tu jefe si la compañía está abierta a que puedas cambiar tu formato de trabajo en el futuro.

6. Oportunidades de desarrollo profesional

Sin dudas, el formato laboral que elijas puede tener impacto en tu avance profesional. Las empresas pueden favorecer inconscientemente a los empleados trabajen a tiempo completo en la oficina por sobre los colaboradores que lo hacen en formatos híbridos y completamente remotos, simplemente porque serán más visibles. Por supuesto, algunas organizaciones reconocen a las personas en función de su rendimiento y resultados, y no por su visibilidad. Para evaluar esto, tendrás que observar en tu compañía cómo se asciende a las personas; ver si tu jefe apoya más a las personas que comparten la oficina presencialmente día a día; e indagar si la organización está implementando políticas que aseguren un desarrollo de carrera para todos los empleados,  basado en la equidad y en la igualdad de oportunidades.