A todos nos ha tocado alguna vez lidiar con un mal jefe. No son la excepción en las organizaciones y es por eso que muchas películas y series de TV tienen entre sus personajes a algún miembro de esta particular fauna del mundo corporativo. Hoy recurrimos a algunos casos icónicos para ejemplificar modelos de liderazgo y ver lo que los peores jefes de la pantalla tienen para enseñarnos:

Michael Scott, The Office.

Steve Carell interpretó al gerente de la sucursal de Scranton, Pensilvania, de la compañía papelera Dunder Mifflin en la famosa serie televisiva estrenada en la NBC en 2005. Michael Scott era un jefe desesperado por conseguir la atención, aprobación y el afecto de su staff y estas necesidades lo llevaron más de una vez a comportarse de manera muy inapropiada. En reiteradas oportunidades socavó las posibilidades de desarrollo de sus empleados y hasta llegó a prometer falsamente pagar la educación universitaria de estudiantes de bajos ingresos. Solo cuando Scott aprende a abstraerse de la mirada ajena y tener más confianza en sí mismo, alcanza su potencial de liderazgo.

Lección de liderazgo: El esfuerzo desmedido por agradar a los demás nubla la capacidad de un jefe de tomar buenas decisiones. El no confiar en sus empleados y faltar a la verdad imposibilitan la generación de confianza, indispensable en el vínculo entre un buen líder y sus colaboradores.

Miranda Priestly, El diablo viste a la moda.

Egocéntrica, grosera y maltratadora, resulta difícil imaginar que alguien quiera continuar trabajando para Miranda Priestly, editora en jefe de una revista de moda ficticia encarnada por Meryl Streep en esta taquillera comedia dramática estrenada en 2006. Miranda es una verdadera bruja que espera que sus empleados hagan guardia y cumplan todos sus excéntricos pedidos y caprichos. El equilibrio entre trabajo y vida personal no existen en su mundo. A pesar de su dedicación y lealtad, Andrea Sachs (Anne Hathaway) termina renunciando al “trabajo de sus sueños” por no poder soportar más el comportamiento despiadado de su jefa.

Lección de liderazgo: Miranda se rige por un perfeccionismo implacable y un maltrato constante que la llevan a quedarse siempre sola. Lo que no logra aprender a lo largo del film, es que si no trata a sus colaboradores con amabilidad y respetando los tiempos de su vida personal, terminará siempre perdiendo al mejor talento.

Logan Roy, Succession.

El despiadado patriarca de la familia Roy, interpretado por Brian Cox, no es leal a nadie, ni siquiera a los miembros de su propia familia y herederos del negocio familiar. Capítulo tras capítulo de esta serie de HBO estrenada en 2018, Roy parece estar preparando a sus hijos para tomar las riendas de su imperio mediático, sin embargo, sus puñaladas por la espalda y su crueldad no tienen límites. Su comportamiento destruye todos los vínculos familiares y amenaza seriamente el futuro de la compañía.

Lección de liderazgo: Mezclar negocios y familia puede resultar complicado y requiere de roles claramente definidos para que semejante aventura funcione bien y logre un equilibrio que no comprometa ni el negocio ni los vínculos. Todo empeora si los miembros de la familia se guían por la codicia y no tienen escrúpulos.

Mr Burns, Los Simpsons.

El señor Burns es el dueño de una central nuclear y ciudadano más rico y poderoso del pueblo de Springfield en Los Simpsons, la popular serie de animación de Fox estrenada en 1989 y que lleva ya 33 temporadas. Se trata de un hombre excéntrico, amargado y sin escrúpulos, preocupado por seguir aumentando su fortuna a costa de la desgracia ajena. Encaja perfectamente con el estereotipo de capitalista despiadado y jefe desinteresado. Olvida constantemente el nombre de sus colaboradores y jamás se preocupa por la seguridad o el bienestar de sus empleados. Además, Smithers, su fiel asistente, le concede todos sus deseos, reforzando la idea de “poder absoluto” que tiene sobre sobre sus empleados y sobre toda la ciudad.

Lección de liderazgo: El señor Burns encarna un modelo de liderazgo centrado en el temor, que ha quedado totalmente obsoleto. El Liderazgo actual está basado en un jefe respetuoso, empático, que entiende a sus empleados y se preocupa por su desarrollo personal y profesional, y no solo por su propia fortuna. Un jefe que entiende que siempre es mejor construir una compañía donde ganen todos.

Los malos jefes, aún sin quererlo, pueden socavar el buen trabajo que muchas personas hacen diariamente en las organizaciones. Una mirada atenta sobre los personajes que encarnan los "malos jefes" más conocidos del cine y la TV nos permite sacar lecciones y aprendizajes útiles para afrontar situaciones de la vida real.

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