Equidad de género, asignaturas pendientes entre la oportunidad y la presión social


Por Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay

Si bien son enormes los avances logrados en los últimos años en materia de equidad de género en el ámbito laboral, los indicadores dan cuenta de que las brechas aún persisten. 

En este sentido, de acuerdo a las últimas mediciones realizadas por Randstad en el país, el 65% de los trabajadores argentinos tiene un jefe hombre, a pesar de que el 55% de los consultados afirma que su empleador cuenta con políticas de equidad de género.

La brecha se profundiza en lo más alto de la pirámide laboral: al consultar sobre la equidad de género en la máxima responsabilidad de dirección de las compañías, los encuestados revelan que en su empleo actual solo el 35% de los puestos de CEO son ocupados por mujeres, dejando en evidencia el largo camino por recorrer en relación al acceso en pie de igualdad de las mujeres a posiciones de decisión en nuestro país.

Las persistentes barreras para la equidad de género en el ámbito laboral tienen que ver con mandatos culturales que se encuentran muy arraigados en la sociedad, que están relacionados con prejuicios y preconceptos, sesgos inconscientes vinculados con las tareas de cuidado familiar y con las carreras o actividades que históricamente se relacionan con las mujeres e influyen en el acceso igualitario, especialmente, a puestos de decisión.

A lo largo de los años, esta combinación de factores ha llevado a que las mujeres hayan debido compaginar su carrera profesional con su tarea de cuidado de la familia y el hogar, en un modelo de "doble presencia" que aún hoy persiste. Este desdoblamiento provoca una duda en quienes deben contratar o ascender a dos personas con igual preparación pero diferente género: ¿Podrá una mujer brindarle al puesto la atención necesaria cuando seguramente también tenga que pensar en la tarea de sus hijos y en lo que comerán a la noche? El día que esa pregunta ya no sea parte de la ecuación que determina decisiones de contratación o ascensos, habremos avanzado hacia la plena igualdad de oportunidades para hombres y mujeres en el ámbito laboral.

Existen áreas o sectores donde se pueden ver mayores brechas de género como es el caso de Minería, Energía, Oil&Gas, Tecnología, Ciencias, Banca y Finanzas, Industria Automotriz y Logística, por nombrar solo algunos. Esto está vinculado, principalmente, a cuestiones culturales que llevan a una menor cantidad de mujeres a elegir carreras profesionales relacionadas con disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemática, por sus siglas en inglés).

El primer paso para poder reducir la brecha de género en estas áreas tiene que ver con derribar estos preconceptos y mandatos culturales que sostienen que existen ciertas profesiones para hombres y otras para mujeres. Es necesario fomentar la igualdad desde el aula, impulsando a las niñas desde una edad temprana a acercarse al estudio de carreras vinculadas a disciplinas STEM, así como a cualquier campo laboral que quieran elegir, con total libertad.


La diversidad es buen negocio
 

No hay dudas de que la diversidad de género, además de ser una deuda pendiente en materia de equidad, es un buen negocio para las empresas. Esto se debe a que solo a través de equipos diversos, que sean realmente representativos de una sociedad que es naturalmente diversa, se pueden interpretar cabalmente las necesidades del mercado al que apuntan los productos y servicios de las empresas. En pocas palabras, una sociedad diversa necesita de empresas diversas para entender sus necesidades.

Por otra parte, la sociedad, a través de decisiones de consumo más responsables, y el talento, que eligen empleadores con los que compartan valores, presionan cada vez más a las organizaciones para que se comprometan con la inclusión y la generación de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres desde sus políticas y valores corporativos. 

Una apuesta profunda y comprometida con la equidad tiene el potencial de impulsar el atractivo empleador de una empresa y convertirla en un imán para el talento, impactando en menores costos de contratación y gestión de nómina.
 

sobre el autor/a
Andre avila
Andre avila

Andrea Ávila

ceo de randstad para argentina, chile y uruguay

Con más de 30 años en la industria de los recursos humanos, Andrea Ávila es actualmente CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay. Con más de 4,900 oficinas en 39 países y más de 660.000 personas empleadas por día, Randstad es la empresa líder a nivel mundial en servicios de RRHH.

Andrea es abogada por la Universidad Católica Argentina y Magíster en asesoramiento jurídico de empresas por la Universidad Austral. Recientemente cursó el Programa Ejecutivo en Alta Dirección Empresarial de Columbia Business School Executive Education

Como parte de su liderazgo empresarial, Andrea participa activamente en iniciativas en el campo social y actividades relacionadas con la sostenibilidad corporativa y la equidad de género en el ámbito laboral. Entre ellas, se destaca su rol como Presidente de la Mesa Directiva de la Red Argentina del Pacto Global de Naciones Unidas en 2021 y 2022. Además es miembro del Consejo Directivo de la Cámara de Agencias Privadas de Empleo (CAPE), integrante del board de Endeavor Rosario y miembro del Advisory Board del Centro de Estudios en Sustentabilidad e Innovación Social de la Universidad Austral.

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