En forma creciente se ha instalado en el ámbito corporativo el concepto de regeneración como un paso más allá de la sostenibilidad. No es suficiente con que las empresas hagan las cosas bien respecto a su impacto en los entornos en los que operan –este es el enfoque de sostenibilidad tradicional-, sino que también es necesario que contribuyan a regenerar y restaurar el ecosistema natural, reparando los daños causados desde el inicio de la era industrial. Este es el enfoque regenerativo que va un paso más allá.

El objetivo de este enfoque se centra en restaurar la salud y vitalidad de los ecosistemas y a la vez exige no utilizar los recursos que no se pueden regenerar o que la velocidad del consumo sea más rápida que la regeneración.  

Tendemos a asociar el concepto de regeneración solamente con las actividades agrarias e industriales y su impacto en el suelo, la biodiversidad, el agua y el aire. Sin embargo, desde nuestra perspectiva como especialistas en la gestión del Capital Humano, del talento para aplicar al mundo del trabajo, ampliamos la mirada del concepto de compañías regenerativas hacia el eje del impacto en el entorno social y económico.

En un mundo donde el talento es escaso y el conocimiento pierde vigencia con mayor velocidad para dar paso a nuevos saberes que nos exigen aprender y desaprender rápidamente, debemos también asimilar que la competencia por el talento no reconoce  fronteras. Este contexto adquiere una mayor complejidad como resultado de la pandemia, que nos puso el futuro del trabajo en el hoy, pero también ha ampliado las brechas y ha expuesto los déficits y vulnerabilidades que arrastramos como sociedad.

En este sentido, tenemos que replicar metodologías focalizadas en ecosistemas naturales, adaptadas  a los ecosistemas sociales y económicos. Como empresa que genera soluciones de empleabilidad, nuestro desafío esta en ser parte de la solución para regenerar las condiciones del tejido social que garanticen que las personas mantengan su empleabilidad y sigan siendo atractivos para un mercado del trabajo dinámico y cambiante en términos de conocimientos, tecnología y nuevas habilidades.

El camino pasa por impulsar la gestión de la diversidad, equidad e inclusión en las organizaciones, trabajar en la adaptación de los sistemas de educación y formación de habilidades para alinearlos a las necesidades de las nuevas formas de trabajo, la inclusión de personas en el mercado laboral formal, decente y registrado y la facilitación de procesos de reentrenamiento de habilidades de la fuerza laboral.

En nuestro país observamos diferentes estadios de maduración y avance en la implementación de la gestión de sostenibilidad según el tamaño y sector económico. Dar un paso hacia el concepto regenerativo puertas afuera de la empresa implica una fuerte articulación e integración entre sector público, el sector privado, la cadena de valor y la academia.

Mirando puertas adentro de las empresas, implica el desarrollo de organizaciones con diseños más modernos y horizontales, disruptivas y dispuestas a repensar el negocio desde el momento cero de la generación de los productos y servicios. Organizaciones que, basándose en liderazgos involucrados, sean más diversas, inclusivas y equitativas y, a partir de un fuerte compromiso organizacional, aseguren la coherencia entre sus compromisos y sus acciones.  

Como desafíos de cambio podríamos pensar que la mayor dificultad es involucrar a los equipos internos. Afortunadamente hay hoy una demanda social que, con los jóvenes como punta de lanza, impulsa e interpela a las empresas por un mayor compromiso con la sostenibilidad.

Esto se ve claramente en los insights que arroja la última edición del Randstad Workmonitor, del que surge que el 45% de los trabajadores encuestados no aceptaría un trabajo en una organización no esté haciendo proactivamente un esfuerzo por ser más sostenible. En este mismo relevamiento, el 43% de los participantes indicó que no aceptaría un trabajo en una empresa cuyo negocio no estuviera alineado con sus valores personales en cuestiones sociales y medioambientales.   

Estos son solo algunos de los datos que dan cuenta de la creciente importancia que están tomando el propósito, la cultura y los valores corporativos para la fuerza laboral, poniendo a las organizaciones frente a la necesidad imperiosa de alinear la estrategia del negocio con el propósito de ser sustentables primero, para luego evolucionar a ser regenerativos.

Columna de Opinión Publicada en la edición Junio/Julio N°1246 de la Revista Mercado

 

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Jorge Figueroa

director de public affairs y sostenibilidad de randstad argentina

Jorge Figueroa cuenta con una trayectoria de 35 años, desarrollada principalmente en el área comercial de Randstad donde alcanzó la posición de director Comercial para Argentina y Uruguay, para luego asumir la Dirección de Outsourcing & Desarrollo de Negocios. Desde 2015 se desempeña como Director de Public Affairs & Sostenibilidad de la compañía. Por sus antecedentes y rica trayectoria, es un experimentado profesional con un acabado conocimiento de los actores y referentes del mundo del trabajo en Argentina y la región, y una alta especialización en temas de desarrollo sostenible, gestión del talento, RRHH y ,mercado laboral.